jueves, 20 de enero de 2011

Los inicios de la agricultura

Hoy en día y según la Real Academia Española, la agricultura se define como el arte de cultivar, es decir, dar a la tierra y a las plantas las labores necesarias para que fructifiquen.  Hasta hace unos 10.000 años se asume que todos los humanos se dedicaban a la caza, la pesca y la recolección de frutos y semillas, o cualquier otra cosa que la naturaleza les pudiera ofrecer en aquel entonces. Su subsistencia dependía en gran parte de las poblaciones salvajes de animales y de plantas, es decir, de la madre Naturaleza. Pero en algún momento y en algún lugar apareció el primer agricultor. Las razones pueden ser varias y aquí, debido a mi ignorancia, doy rienda suelta a la especulación: un gran observador de la naturaleza, una persona perezosa cansada de perseguir animales, alguien que encontró un campo silvestre que le permitió establecerse en ese lugar... (mas detalles y mas rigurosos en http://www.artehistoria.com/historia/contextos/114.htm). La cuestión es que a partir de entonces los humanos añadieron lo que hoy conocemos como agricultura a su lista de ‘formas de obtener recursos alimenticios’. Es en ese momento de la historia cuando la obtención de alimento dejo de ser un paseo por el campo para convertirse en lo que hoy se conoce como doblar el lomo. Pero no fue tan malo como parece, la recompensa fue tener algo que llevarse a la boca de forma más regular.
En ese mismo momento también se iniciaron otros dos procesos importantes. Por un lado lo que hoy se conoce como mejora genética, ya que los primeros agricultores tuvieron que empezar a seleccionar las semillas que iban a plantar en la siguiente temporada, y por el otro, la domesticación de plantas y animales. Y especifico de plantas y animales porque en la mayoría de las definiciones de domesticación, como la de la Real Academia Española, se suelen olvidar de las plantas. Yo redefiniría domesticación, basándome en la definición que dio Price en 1984, como “el proceso mediante el cual una población animal o vegetal se adapta a las condiciones de cultivo o crianza del hombre a través de una serie de modificaciones genéticas producidas por un proceso de selección y adaptación al medio ambiente, y que se sucede a lo largo de diferentes generaciones.

Un ejemplo de domesticación es el descubrimiento hecho en la «Cueva de los murciélagos» de Méjico donde se encontraron restos de mazorcas de maíz correspondientes a estratos geológicos sucesivos que mostraban un aumento gradual de tamaño. Estos hechos indican sin duda alguna que el hombre del Neolítico, haciendo uso de su inteligencia racional, aplicaba ya un proceso de selección en el maíz que cultivaba.
Desde el inicio de la agricultura pasaron miles de años en los que el ser humano se dedicó a domesticar diferentes plantas y a crear diferentes variedades. Durante la primera parte del proceso el agricultor era a la vez agricultor, mejorador y consumidor ya que en aquel entonces era una agricultura de subsistencia. Las cosas cambiaron con la llegada de las primeras civilizaciones en la que hubo una división de la sociedad en diferentes estamentos. A partir de entonces tenemos por un lado al consumidor y por el otro al agricultor-mejorador.

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